sábado, 19 de mayo de 2012

Walt Whitman estuvo aquí


Con el ojo del foco vi a una niña
Que lloraba y se desvestía para un señor
Y el blues se afilaba las uñas en los rincones
Y todas las ramas eran la ruta de las alcantarillas
Donde la brisa era un pedazo de mi espejo
Y veía yo que esto era la escalera de
Una catedral y no el abrazo que el mar
Abandonaba en los cuellos de los ahogados.
La sangre se oxidaba la garganta al
Llegar cantando por las aceras que
Aguijoneaban las miradas de los semáforos
Que saboteaban a los transeúntes y todos iban
Con el cuello chueco y la boca rota y toda la noche 
en la punta del lápiz y en los vellos púbicos de las vírgenes
Y todo el día en los puertos que contemplaban el
Horizonte que el pelícano se llevaba en su pico.
Porque al final todavía me quedan
Las edades del viento y los charcos de
Ocaso que pisoteaban los cristales
Hasta dejar al cielo hecho añicos
Hasta dejar todas las nubes en las manos
De un niño que camina con dinero robado
En su bolsillo y va por los parques estrellando
Aviones en las copas de los árboles
Y en las copas de vino, con los tenedores
Llorando un lucero y un tintineo en
Los libreros que sienten a las líneas
Novelescas llorar en las termitas.
Los comerciales se comen los oídos de
Tus cuchillos y todos los discos se descargan
A todos los escuchas y no al revés como
Suele ser donde los escalones se tropiezan
Con las teclas de los pianos y los
Tacones de aluminio que muy felices
Recogieron las estudiantes de la basura.
¿Podría arrancar yo las moscas y los
Carteles de conciertos viejos de la piel
De una vaca? ¿O solo podré arrancarlos del
Río que se comía las prisiones de papel
Y la nariz de una víbora?
Pero aún así me quedaría con los
Primeros tres días de tu vejez con
Las arrugas por donde una sábana escogía
Las primeras frases del paisaje y
Los últimos sonidos que florecían debajo
De un cadáver que colgaba de los puentes.
Aún así me quedaría con las venas
Cortadas por el aluminio de las latas y las
Bolsas de plástico que deambulaban por
Las esquinas agarrando al aire de la mano
Recuerdo que lloraban y buscaban
Los ojos de la brisa que se arrodillaba en
La punta de las sombrillas para decirle
Que las gallinas habían traicionado al aire.
Qué trágicos parecían los desaparecidos
Buscando desesperados una cara en los millones
De carteles y lonas de SE BUSCA y aledaños.
Algunos se esconderán bajo las faldas de
Las doñas, guiñándole un ojo a las ambulancias
Dibujándole una sonrisa a las cenizas del tabaco.
Otros, la mayoría, colgarán ahorcados de la
Barba de Walt Whitman y Walt los
Arrastrará por las noches sin cielo llorando
Lágrimas que son agua sucia y lavándoles las
Caras muertas en charcos de agua sucia que
Son sangre, yo sé que Altazor los verá y les
Enredará el humo de los motores con los
Vuelos de su paracaídas, yo sé que Cesárea Tinajero
Buscará cómo abrir las piernas del desierto
Para dejarlos caer ahí junto con todas las
Palomas cansadas de tantas azoteas y migajas
De pan. Aún así yo sé que Whitman intentará
Arrancarse de la barba y al hacerlo la barba se
Le irá con todo y cara. Aún así yo sé que a
Whitman se le fue la barba con todo y cara y
Que lo que quedó fue el primer espejo. Me levanto
Voy al espejo y sé que ahí me estoy reflejando en
La cara que Whitman ya no tiene.
Pero aún así me quedaría con los primeros
Tres días de tu vejez y el conejo que le
Regalé a la vecina para que sus perros
Lo descuartizaran en el patio. 

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