El espejo es una mirada que anda a ciegas
por los ojos de otro
los míos, las manos que dibujan algo
atrás de la libreta
se encienden como el
ocaso que toca al
sol por última vez, el sol que lleva la lejanía
de los acantilados a la ventana donde el horizonte está más
cerca
al irme construyo la soledad con mis pasos
y mi sombra, esa frontera entre la luz y el movimiento
mirarla es quedarme solo
ya no hay nada
apenas
una mano que busca la lluvia
y mis parpadeos borrando las últimas páginas de la soledad.