Las nubes son lluvia que se queda callada
en una punta de mi memoria se oye el viento
que nunca nos despeinó
el humo es una lágrima de los muertos
a lo lejos los barcos arrastran la niebla hasta tus ojos
las olas dejan sus cenizas en medio del sol
y en las piedras dejan de escucharse los ríos.
Todavía hay huellas de la arena en tus palabras
y un eco que mueve los hilos de la soledad
hay una parte de tu mirada que no está en tus ojos
y un lugar del silencio donde ya no se agitan tus cabellos.
Olvidaremos la oración sin letras que parpadea en mis dedos
y los pensamientos que se borran del agua.
Siento cómo los latidos vagan en los relojes
y un suspiro del océano se detiene en mi boca
los cielos de los puertos se ven
como el tiempo antes de los calendarios
y el sonido deja de ordenar sus segundos.
Se mezclará mi voz con los soles
como las cenizas y tu sombra en un paño abandonado.