Camino para alejarme de mí mismo
aquí es más verde la palabra tiempo
los segundos se acercan a mi rostro
y en todo el desierto solo se mueven mis pensamientos.
Ya son otras las manos que sienten
cómo los incendios se acercan a la soledad
y otro el humo que toca la muerte
¿No basta cerrar los ojos para mirar la eternidad?
En tu memoria no tienen sombra los árboles
y mis oídos ya no pueden tocar los ecos.
Mis párpados cerrados son dos huellas en la arena
y tu mirada la sombra de alguien oyendo la lluvia.
El silencio rodea el polvo que levantan las letras
y todos estos sonidos nos sostienen las lágrimas
Las tardes y noches traman un laberinto
no un renglón; mis pasos tocan el centro
pero yo no sé dónde está mi sangre.
Los días pasan y el tiempo se queda quieto.