El horizonte está bajo las nubes
la noche cae sobre las horas
y no hay nadie caminando por mis murmullos
las lágrimas son cenizas de la sangre
y tu boca una huella en la arena
la oscuridad siente mis ojos y se queda ciega
tus pensamientos laten en el abismo
el ocaso cruza puentes y ventanas
¿Acaso pasa la lluvia
sobre mis venas?
tu sombra lleva mis lágrimas
y los péndulos y las grietas rasgan mi voz
Las ramas tiemblan como manecillas de reloj
en el centro de la palabra muerte
Tus dedos palpan la tesitura del aire
y las 6 cuerdas quitan gotas y notas de la brisa
las velas recorren nuestros rostros
y el silencio anda por la hierba
que no tocó el frío ni la tarde
Hace días que no se oye el fuego
y los árboles que miraste
dejan ya sus hojas en mis pensamientos
después de las olas nos quedamos callados
y junto al humo se quedaron mis pupilas
La niebla siempre está en la soledad
y no hay espejos en la memoria
y no hay espejos en la memoria